Para cuidar una planta de tomate, se necesita luz solar, riego, drenaje, fertilización, soporte y control de plagas.
Luz solar
- Las plantas de tomate necesitan al menos 8 horas de luz solar directa al día.
- Evitar que estén en sombra, ya que la producción se resiente.
- Elegir un lugar con buena exposición, lejos de árboles, arbustos y edificios altos.
Riego
- Regar en la base de la planta, evitando humedecer las hojas y tallos.
- Mantener el suelo húmedo pero no empapado.
- Riegar temprano en la mañana para que las hojas tengan tiempo de secarse.
- Empape la tierra en profundidad, al menos 25 cm.
Fertilización
- Enriquecer el suelo con compost o abono orgánico antes del trasplante.
- Aplicar fertilizantes específicos durante la temporada de crecimiento.
Soporte y poda
- Proporcionar soporte a las plantas.
- Realizar una poda ligera para mantenerlas erguidas y mejorar la circulación de aire.