La planta de orégano necesita riego regular, luz solar y un suelo bien drenado. También es importante evitar el exceso de agua, ya que puede pudrir las raíces.
Riego
- Riega la planta de orégano de forma regular, pero no en exceso.
- En verano, puedes regarla dos veces por semana.
- Riega la planta cuando la tierra esté seca.
Luz
- Coloca la planta en un lugar soleado para que reciba al menos 6-8 horas de luz solar diaria.
- Si la plantas en maceta, asegúrate de que todos los días reciba luz solar.
Suelo
- Prefiere suelos bien drenados y fértiles.
- Evita los suelos de arcilla pesada.
- El pH del suelo debe estar entre 6.5 y 7.5.
- Puedes agregar compost para mejorar la aireación del suelo.
Fertilización
- Fertiliza la planta con moderación para prevenir la sobrecarga de nutrientes.
- Puedes usar un abono de jardín de uso general.
Poda
- Después de la floración, recorta los tallos para mantener la planta compacta.
- Retira los capullos de las flores cuando empiecen a salir para que la planta tenga más sabor.
Trasplante
- Trasplanta la planta cada 1-2 años, preferentemente en primavera o invierno.